El cilantro se convulsiona en la sartén:
histérico nadador del olivo quemado.
los ajos gritan como monjes extraviados en el metro
La salsa ha caído del cielo
para cubrirlo todo con su color a sangre
con su textura de sangre
su olor a sangre
El infierno quema los vapores
de la olla express que revienta de amor,
la estufa ha dejado de ser casa:
el gas sale de los intestinos terrenales
hacia la boca del horno
y quema
también esta la pasta
la pasta que se ahoga - abrazada a sus propias fibras.
caen los langostinos
caen las alcaparras
todos lloran -en el restaurant
2 comentarios:
Bueno!
La olla expres revienta de amor, me encanta!
Ahora veo la inspiración ya sea del libro de Diana Kennedy o de la comida misma, que cobra expresiones humanas. El cilantro vive y muere y hasta tiene angustia existencial mientras se fríen. Saludos, me gustó mucho el poema.
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