viernes, 9 de mayo de 2008

Ear Massage

Recientemente he ido a pocos, pero sustanciosos y emocionantes conciertos: de Stockhousen a Anthony Braxton, pasando por Messiaen y llegando hasta la música popular de Colombia... No fui a ver a Goran Bregoric y lo sigo lamentando. Y -crealo o no, amable lector- a pesar de que Braxton me dejo convulsionada, Messiaen me conmovió y Stockhousen me dejo helada-muda, lo que mas mas me ha gustado de esta temporada es Ear Massage, el grupo de jovenes persusionistas mexicano-cubanos que viven en Holanda. O sea, sin comparar y poniendo a cada quien en sus justas proporciones, lo que Ear Massage propone es un discurso absolutamente fresco que transita de la denses de la música contemporánea a la alegría de la percusión latinoamericana, la ritualidad de África y la calidez del jazz. Pero no estoy hablando de ese horrendo fenomeno llamado "fusión", sino mas bien, un discurso que parte de la composición contemporánea y dialoga con otras formas sonoras asociadas mas bien a lo popular.

Por supuesto que no se puede escuchar a este cuarteto sin pensar en el ensamble de percusiones Tambuco, que indudablemente es una referencia -por lo menos acá en este rancho- pero me parece que Ear Massage ha logrado digerir el trabajo de los Tambuco y llevarlo a otro lugar, un lugar mas afectivo, mas amable.

Ear massage es exactamente eso: un masaje en la oreja... o mas bien, un beso en la oreja en donde la lengua se pasea por los recobecos y escuchamos la espesura de la saliva convertida en pulso terrestre. Fresco (y ya se que eso es mas un cliché que una idea, pero si, fresco), intenso y convulsivo. Performatico. Joven.

Divertido y Reflexivo.

Muy bonito y recomendable.

No hay comentarios: