Era un día. Había luz. Blanca. Eran las 12. Hacia calor. Yo me cocinaba en el asfalto. La luz me ciega. Todo refleja. El pasto quema la ropa. Es, era, hacia calor. Hace calor. Yo era yo. Pero mas que yo, era humana. Tenia células y procesos bioquímicos. Pensaba. Sentía. Sentía calor. Y miraba a través de la luz.
Y la vi.
Medusa.
En silencio blanco apareció. Me abrazaron sus cabellos, negros, líquidos. Muerden.
Ahora no soy. Las moléculas se apretaron. El carbono que hacia jugueteos con el oxigeno y el hidrógeno se convirtió en silicio y plomo. Pase de ser basura orgánica en ser materia de reciclaje para maquiladora. Soy un anuncio en la calle. Soy una envoltura. Soy piedra.
Soy arquitectura. No poseo flujos. No apesto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario