Mi padre no quiere que lo entierren cuando muera. Ayer me dijo, el, un hombre de edad media tirándole a la tercera edad, un hombre que ha dedicado sus últimos veinte años a una institución de tecnología del agua, que el quiere regresar a la naturaleza plenamente.
Dice que lo incinere y lo tire al escusado. Así, dice el, sus cenizas irán a una planta de tratamiento, donde su alma sera purificada y sera lanzada de nueva cuenta al río, para luego pasar por las plantas potabilizadoras, pasar por tratamientos de limpieza de elementos solidos, de metales, de radioactividad y de elementos orgánicos, para finalmente ser clorada y llevada a los vasos de otros seres humanos que lo beberán...
la comunión con el mundo pasa por el drenaje.
La divina comedia post calentamiento global.
1 comentario:
Imposible tratar de comprender los caprichos de Teo.
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