domingo, 17 de mayo de 2009

El teléfono suena
en compas colorido
como una mujer que barre
en polvo que se estrella contra el puerto
y la voz retumba
en oídos hambrientos
entra, sucio por los canales
-no venecianos, personales-

Es una llamada que anuncia una muerte imprecisa

una muerte calmada
el respiro de un pájaro

La procesión se marcha, confusa
caliente entre las botas
tiembla
el ANUNCIO está ahí
receta de paladares globales

la voz retumba
en eco de millones de lenguas
interface
fibra óptica
la mano sostiene el auricular

cuelga y se cuelga

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