Es una discucion pasada de moda, quiza naif, pero me sigo preguntando sobre la riqueza infame de ciertos artistas. Artistas que desde luego han obtenido su dinero por medios legitimos y legales, mediante la comercializacion honrada de su trabajo creativo. Actores, directores de cine, escritores, artistas visuales, estrellas de rock, arquitectos... quiza podriamos dividirlos en dos categorias, aquellos cuyos ingresos mayoritariamente provienen de las ventas al gran publico, es decir, los pertencientes a las industrias culturales masivas (cine, editoriales y rock) y aquellos cuyos ingresos provienen de corporaciones, millonarios, coleccionistas excentricos, instituciones culturales y filantropicas o gobierno (arte y arquitectura).
Los primeros reciben sus ingresos de forma colectiva, o sea, que los consumidores pagan poco pero son muchos, ademas, el producto que consumen usualmente es una copia, ya sea una reproduccion fisica -un dvd, un disco, un libro, un archivo digital- o bien una reproduccion de la experiencia -un concierto, una proyeccion, una lectura en voz alta, es decir, no se llevan el fetiche del original unico. Estos artistas reciben el dinero del gran publico pero no manera directa, sino siempre a través de un mediador que es usualmente un corporativo enorme, llamado industria cultural. Esa industria se queda con mucho del ingreso, mucho mas de lo que es necesario para su sostenibilidad. Y el artista -no todos, hablo de los millonarios- comienza a cobrar cantidades estratosfericas a la industria, pero la industria nunca va a perder, por lo que comienza a cobrar a los consumidores cada vez mas al tiempo que se incrementa la cantidad de consumidores, generando ganancias miles de veces multiplicadas.
Los segundos -artistas y arquitectos en su mayoria- son artistas cuya riqueza proviene del fetiche de la pieza unica. El estatus conferido por la firma. Sus compradores son empresas multinacionales, que analizan la obra como una forma de diversificar su patrimonio y generar plusvalias a corto, mediano y largo plazo. Las instituciones gubernamentales tambien consumen sus productos para integrarlos al patrimonio cultural de las naciones e incrementar su legitimidad al tiempo que se fomentan nuevas inversiones, particularmente en el campo del turismo. Los aristas que venden a unos y otros compradores son los mismos, un punhado de creadores talentosos que logran insertarse en el gran mercado del arte.
Ambos reciben su dinero -de una u otra manera- de gobiernos y empresas multinacionales que -de una u otra manera- son responsables de las multiples tragedias en las que nuestro planeta se encuentra inmerso. Esos accionistas de empresas que compran arte y producen peliculas, son muchas veces tambien accionistas de empresas que fabrican y distribuyen armas. De redes de traficos de personas y sustancias. De productores masivos de basura y contaminantes del agua, el aire y la tierra. En sus corporativos disenhados por arquitectos inteligentes y creativos se toman decisiones sobre la forma en que los trabajadores pueden recibir menos beneficios, en que las maquiladoras pueden convertirse en centros de esclavitud, en la manera de apropiarse de este o aquel recurso natural en el sur del planeta.
Lo que hagan los compradores solo es asunto de los compradores, el artista no tiene nada que ver. Se podria argumentar, pero, el artista si tiene que ver. No estoy de ninguna manera diciendo que los artistas no deberian pedir becas fonca o jumex o bancomer o fullbright... Tampoco digo que los artistas no deberian tratar de incorporar a grandes industrias culturales en la producción de sus obras -de hollywood a cemex-, pero si creo que los artistas pueden o deben mantener un espectro de conexión con la realidad.
No es que crea que deben donar su dinero a una asociacion para "la paz en africa" ni ninguna jalada filantropica... sino que me pregunto como llegaron a tener tanto varo sin poner un alto, sin decir, bueno, ya tengo tres casas y siete coches y dinero para cocaina el resto de mi vida, creo que ya es suficiente. Tal vez entiendo que los empresarios rapaces no se lo pregunten... pero personas que aman el arte, que tratan de poner el acento en otras cosas... tal vez podrían detenerse. Tal vez podrían dejar de cobrar... en vez de convertirse ellos mismos en mega corporaciones culturales, que poco a poco comienzan a poner acciones en esos mismos corporativos de los que sacaron el dinero. Después de legitimizarlo, participar de el.
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