viernes, 11 de marzo de 2011

Alguien se va...

Alguien amado se despide. Mi corazon se vuelve un chicle, se pega al zapato del otro y se estira. Se estira de mi pecho a su zapato. Pero el otro no deja de caminar. Que tan elastico es mi corazon? Podra romperse el vinculo?

El otro me mira con sus ojos de email o de skype, me habla con su voz telefonica o su estatus. Pero no yo oigo ni veo. Necesito el cuerpo del otro. El abrazo. La mirada.

Mi corazon no sabe subirse a aviones. Mi corazon no entiende la globalizacion.

Siempre es el otro el que se va.

Y yo me quedo con mis mismas palabras, mis mismos miedos.

El otro, el amado, va a encontrar nuevas tierras, nuevos amores. Pero yo me quedo, y al quedarme envejezco. Mi corazon esta pegado a su zapato. Devuelvanme mi corazon.

1 comentario:

Violeta Vázquez-Rojas dijo...

la migración tiene dos dramas. se le da más importancia al del viajero, el de la aventura. pero el que se queda también se queda extranjero.