martes, 14 de agosto de 2012

ecuanimidad vs conflicto

Que difíciles son estos Tais. Con sus sonrisas eternas, su serenidad budista y su adicción a los shopping centers. Que dificil es su asexualidad, su no temperamento, su timidez.

México es un país conflictivo y conflictuado. Siempre estamos preguntándonos. A lo mejor somos unos pendejos por votar por el PRI, pero también somos quienes reconocemos nuestra pendejez.

En cambio aqui, nada es conflicto. No hay manera de entrar en discusión. Todo pura serenidad.

Me mata. ¿Soy tan neurótica que no aguanto la ecuanimidad?

Una carcajada de vez en cuando, una mirada sexual, un bailecito por favor.

Aqui hace más calor que en Acapulco, pero tienen la sangre más fría que en Canada.

Me gusta aqui, pero carajo, como me gusta que alguien me mire con deseo en la calle. Aqui no solo no miran con deseo: no miran. Ni a mi ni a nadie.

Estan asexuados, como sus cuerpos. Cuerpos sin curvas, sin músculos, sin grasa, sin sabor, sin edad.

HELLO KITTY, dicen las amigas españolas.

La religión y las compras. Eso es todo. No hay pasión. No hay cábula. Extraño tanto la cábula.

La pasión, los gritos, los abrazos, los claxonazos, el empujón en el metro, la señora metiche... que aqui todo y nada es lo mismo.

Su sexo es indistinto, indiferenciado: no sexo.
Prostitución si, de a madres, pero sin cachondería. Sólo un producto más en la estantería.

Al hablar murmuran. Nunca se tocan.

He descubierto como nos apasiona el conflicto. En México siempre estamos pensando en términos relacionales de conflictividad. Pensamos en la política, en el narco, en la ecología. Nos conflictúa si van a poner un super mercado o un paso a desnivel. Nos conflictúa el género y el machismo. Nos hace temblar de pasión una plática sobre arte o cine o música.

Yo siempre pensé que los mexicanos éramos un poco tímidos, un poco sumisos. Pero no. No somos. Y viendo a este pueblo en perspectiva, me da mucha alegría que no seamos.

Y sobre todo, pero que guapa es la gente en México. Estamos tan acomplejados de feos, pero nada, nada, nada de eso. Siempre que uno sale hay montones de papitos de todo tipo: chacalitos, mameyes, mirreyes, punquetillos, viejos guapos... y morras, de amontones, gordibuenas a tirar parriba, prietas cachondas, gueras del norte, fresitas de telenovela... todas, todas, muy guapas y cachondas.

Mu gusta mucho aqui, me gusta ver todo este planeta desconocido... Su comida deliciosa y su manera tan específica de ver la vida. Su relax... como sus masajes en los pies.

AQUI, HASTA LOS PERROS SON MANSOS.


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