jueves, 28 de febrero de 2008

PROZAC

Honestamente nunca he confiado mi felicidad al prozac, ni a ninguna otra droga recetada, pues me parece que la alegría neuronal sólo puede provenir de lo ilegal (ya sea en pastillas, plantas, o acciones) lo jipi, lo que este en museos o libros o bien lo carnal. No me gusta que las carcajadas sean recetadas por doctores serios en cápsulas que no se pueden conseguir en la farmacia del doctor simi (botarga de la alegría, paradigma de la felicidad, futuro presidente).

Aunque sé que el amigo prozac puede comprarse de forma ilegal en tepito o robarse de algún familiar depresivo o esquizofrénico, de todos modos no me convence. Sin embargo, quiero aclarar, reconozco cierta admiración por quienes sin pelos en la lengua se dan sesiones de alegría artificial con algún porducto farmacéutico onda serotax, telexa, paxil, zoloft, seropram, o rivotril, durante unos meses, pa relajar la neura y no andar causando penas ajenas con aquello de la depresión.

Lo que me preocupa el día de hoy, entonces, es la noticia que recién leí, que mostraba nuevas pruebas de que el amigo Prozac no sirve para nada. O sea, que sólo le sirve a poquitísima gente que de verdad esta en depresiones gravísimas. Es decir, que nuevamente se confirma que lo que cura al corazón no es ni el yoga ni el psicoanálisis ni el prozac (o como diría alex lora, ni la mota, ni las pastas ni el alcohol) sino la verdadera cura a todo mal psicológico o emocional es la CHAQUETA MENTAL, también conocida como el autoengaño o la negación.

Siguiendo la nota, me encontré que la popularidad del prozac llego a tal punto en los años noventa que fue el fármaco mas vendido en la orbe, únicamente para ser remplazado por Viagra.
O sea, que los humanos, ni a chaquetas físicas podemos llegar... como siempre he dicho, pura mental.

En el fondo, esas ventas enloquecidas de dichos fármacos son, la desesperación colectiva frente a la abrumadora falta de conexiones (el terror a la soledad mezclado con la realidad de la soledad).

La alegría y el amor se venden en la farmacia, pero si la insatisfacción viene desde un lugar espiritual, todo se soluciona llamando al 01-800 madamzazu, o consultando alguna carta astral por internet cargo a su tarjeta de crédito o vía paypal.

(Nuevamente llegamos al slogan que tanta risa ha causado: ASQUEROSO CAPITALISMO).



ahí esta el link de la nota, por si les interesa saber mas de su mejor amigo:

http://www.jornada.unam.mx/2008/02/28/index.php?section=ciencias&article=a44n1cie

1 comentario:

Guergana Tzatchkova dijo...

Yo tomé como por año y medio y no sé si eran placebos o no, pero me quitaron el pánico que sentía por haber abusado de otras pastillitas (éstas no tan legales) y recuerdo, al menos, un día que caminaba por la calle san gaspar hacia mi casa, cómo mi cara y mi cuello cortaban el viento y revoloteaba por detrás de mis orejas y lo experimenté como un instante eterno, y pensé que aquello era la felicidad. Venía encapsulada, pero era felicidad.