martes, 25 de marzo de 2008

Eterna Juventud

Nada es mas temido en mi generación que convertirse en adulto. Tengo 26 años y se supone que soy un adulto pero me niego a creerlo y a vivir como tal. La responsabilidad llega pese a mi y me mata. Me matan los folders amarillos, la renta y el futuro. Nada como la adolescencia: quiero seguir bebiendo alcohol sin cruda. Y todos a mi alrededor parecen estar igual de aferrados a los diecinueve: están los eternos solteros que se niegan a entablar compromisos, están los treintones que viven en casa de sus padres "cómodamente", o los imposibilitados para tener una chamba, los que se reusan a pagar impuestos no por ser anarquistas sino porque se sienten inválidos frente a la autoridad, los que nunca dejan la peda, los que no lavan su ropa, los que no saben cocinar, los que pasan meses sin pagar la renta... ¿en cuantas categorías entro yo? ¿por qué me asusta que algunos amigos se conviertan en padres o se casen o tengan dinero?

No es precisamente el síndrome de Peter Pan... no, porque no queremos ser infantes, no, a nosotros nos gusta la fiesta, la juventud, el sexo sin comprimiso y sobre todo, poder mantenernos utópicos e idealistas: no es el deseo de ser niño, es el terror de entrar al mundo de Kafka.

Quizá el arquetipo que defina a nuestra generación es BOB ESPONJA. Si. Bob. Él es un adulto que trabaja y vive solo pero que se reusa a dejar de ser un idiota. No puede enamorarse ni puede definir su orientación sexual (quiere ser asexual pero no puede, pues entre Patricio y Almendrita le sucede algo poderoso). No puede ni quiere encontrar un trabajo menos miserable: se conforma con un salario ridículo que le permita pasar el día jugando y comiendo hamburguesas. No va a crecer nunca.

No me gusta hablar con adultos. No me gusta ser adulto. Cada vez que escucho de mi boca salir pensamientos de madurez me asusto: quiero ser punk.

2 comentarios:

Ana Jácome dijo...

no mames, eres mi ídola.

Violeta Vázquez-Rojas dijo...

ora si me partiste la madre. nadie nunca me habia descrito mejor. y eso que YA tengo treinta. Y yo te juro que lo intento, y digo "ora sí voy a ser estable, ora sí quiero tener un trabajo y niños, y un perrito" Y a los dos días: naaaahhh!
..y mientras tanto sólo veo cómo cada día la celulitis se va expandiendo, los cambios hormonales son más fuertes, y se acerca peligrosamente la menopausia...