miércoles, 23 de abril de 2008

Hoy me siento particularmente frágil. Un poco rota, desguanzada. No se en donde poner a la reconciliación. No me reconcilio con el mundo. Me duele. Puedo soltar, pero algo en los ojos me lo impide. Hay objetos que me es imposible reconocer como exteriores. El escritorio parece estar adentro de mi cuerpo, y me duelen sus esquinas estirándome la piel, los tejidos dañados por las puntas de los lapices. No soy nada. Los dientes y los ojos se aprietan como sardinas en el metro. Extraño tanto. Me hace falta algo que no conozco.

2 comentarios:

Irrelevante dijo...

algo falta siempre

Ana Jácome dijo...

...a veces parece que el mundo entero está debajo de la piel, ocultándose a nuestros ojos