Primero leí el post de Leonardo Aranda y me intrigue. El me envió el libro por pdf a mi mail y lo imprimí de inmediato. Es de esos libros que uno puede terminar en tres días pero preferí detenerme cada tanto para poder pensar, así que me tomo como tres semanas. A la mitad, encontré en el blog de Felipe Viterbo un post sobre el mencionado libro. He preguntado a mucha gente acerca del autor y pocos parecen conocerlo pero otros dicen que está de moda. Incluso Gloria -una catalana feminista radical- me dijo que ella no había leído el texto pero que odiaba a Michel Houellebecq -el autor- porque el mismo se había declarado como misógino (honestamente no pude más que reirme por dentro de esta afirmación).
Entonces, he terminado el texto. Un texto que golpea. Sin duda el libro más desestabilizante que he leído en los últimos meses.
Houellebecq conoce el mundo contemporáneo. Sabe de nuestra obsesión por la juventud y el sexo sin compromisos. Reconoce que el amor es la única posibilidad de conexión con la realidad pero reconoce también que nuestra generación se encuentra en una lucha entre lo viejo y lo nuevo, y en lo nuevo, el amor no tiene mucho espacio. Para el autor, el amor libre es solo un paso más del capital que toma a los sujetos "libertarios" para que abanderen el punto culminante del egoísmo y la soledad. Al capital le va de maravilla la soltería y el culto a la belleza de la juventud. La pedofilia es en realidad la consecuencia lógica del espectro publicitario. El amor no está de moda.
En fin, vale la pena leer y compartir.
Aquí, link al post de Leonardo
2 comentarios:
yo sólo puedo decir...cuando terminé de leerlo lo aventé y nunca había aventado un libro. Pinche libro.
interesante. quiero leerlo. el otro día fui a una boda (a la que tú también fuiste) y el padre dijo de plano que nomás había de dos sopas: el matrimonio o el convento. todos los demás quedamos como viles desviados. nunca me sentí más orgullosa de mi monogamia en serie, soltería crónica, putería desenfranada: no encajar en las cuadraturas de la iglesia me hizo sentir super-radical.
ora según este señor resulta que no, que los bobesponjas (como tú bien describes a nuestra generación) no somos más que productos de la mercadotecnia, como los emos, nomás.
qué decepción. ora nomás por llevar la contra me quiero casar este año.
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