es el cliché de los niños en la parte trasera del auto.
¿Cuanto falta?
¿Ya vamos a llegar?
¿Ya vamos a llegar?
¿Ya vamos a llegar?
Y nunca se llega. Pasan horas y los papas están histéricos. Los hijos quieren hacer del baño, quieren comer, lloran, vomitan. Hace calor, hace frío, los asientos son cada vez mas duros, el auto se empieza a llenar de basura: refrescos, papitas, gansitos. Ya escucharon las mismas rolas. Ya cantaron, ya se durmieron, ya volvieron a llorar.
Así me siento en este país.
Como un eterno niño que no puede conducir el destino al que se dirige. Como un niño incomodo, deseoso de llegar al paraíso vacacional, a la igualdad social, al respeto y la armonía entre ciudadanos, al acceso libre y justo a la cultura, a la equidad de genero, al equilibrio entre el progreso y el cuidado a los recursos naturales...
Y nunca llego. A cada político -al que con mi voto le di mi autonomía, mi representación frente al volante- le pregunto desesperada ¿YA VAMOS A LLEGAR??? Y el político me mira sin mirarme, me atraviesa son su mirada de televisión y me dice que ya casi. Que ya casi pero surgieron unos problemitas.
"No nos dimos cuenta que nos quedábamos sin gasolina -tenemos que reformar PEMEX antes de seguir."
"Las carreteras están todas llenas de hoyos y eso nos detiene -hay que privatizarlas para poder continuar."
"Le suena algo al auto -esos malditos obreros sindicalizados que no hacen nada bien!."
"No tenemos dinero para las casetas -es un resfriadito que viene de fuera, vamos a tener que hacer unos cuantos recortitos antes de seguir."
Ya he vomitado, ya llore, ya me quede dormida. Ya les he preguntado y no me contestan. Ya intente bajarme del auto. Ya tengo ganas de orinar.
En el camino el auto-país se llena de basura -refrescos, papitas, desechos químicos, narcotraficantes. El ambiente esta tenso.
Y seguimos sin llegar.
2 comentarios:
mierda. qué buena analogía.
seguimos en camino, llenos de basura, pero andando. habrá que desalojar al chofer que nos secuestró y tomar el volante, o no vamos a llegar nunca.
Muy bueno, tenemos que asaltar y saltar a quien está construyendo nuestro destino...
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