me impresiona la bipolaridad de los politicos. Son personas con una dimension ética muy extraña, pues mientras que por un lado posibilitan acuerdos y decisiones para que las sociedades mejoren a muy diversos niveles, por el otro son capaces de las acciones criminales mas nefastas.
Para ellos, el éxito radica en un extraño equilibrio entre crimen y trabajo.
Donde ambos pagan,
y ambos cobran.
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