lunes, 4 de enero de 2010

de vacaciones

fuimos y regresamos. ella estuvo siempre al volante. yo diyereaba el ipod. dormimos en coatzacoalcos, palenque, merida, ik kil, holbox, tulum, y campeche. aterrizamos en habitaciones de hotel y en cabañas en la selva, nos metimos a nadar desnudas al mar, a cenotes y a la tina. nos picaron los moscos. comimos pibitos, tacos de camarón, quesillo, platanitos, pastas, sanduiches, chiles rellenos, cochinita, lechón, pizza, papaya, cereal con leche, langosta, mucho chile habanero, cacahuates, panuchos, salbutes. sobre todo, bebimos cerveza. pescamos mero y mojarra blanca. hicimos el amor en la tina y en la cama. tomamos fotos. vimos muchos paisajes. escuchamos muchos lenguajes. hablamos como yucatecas. nos besamos el cuello, las manos y las bocas. nos rascamos los piquetes hasta sangrar. brindamos dentro de la selva. vimos flamingos, changos, perros.  encontramos a leyka y a jano. sudamos. entramos a las grutas. trepamos pirámides y pensamos en nuestros abuelos. conocimos chichen, uxmal, sayil, labna. soñamos. hablamos de nuestros padres y nuestros hijos. compramos una hamaca. 

4 comentarios:

Diábolo dijo...

Pues con tu descripción, ya me tocó un poco de todo eso. Además sé lo que es andar en Yucatán. Me da un chingo de gusto que se amen tanto!

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Excelente!!! :)
TU TEXTO DA GANAS DE VIVIR!!!

Violeta Vázquez-Rojas dijo...

(Lo mejor de sus viajes es que siempre terminan con un souvenir de hamaca).

El que no ha encontrado un compañero de viaje no ha encontrado una pareja. Y viceversa.