miércoles, 30 de abril de 2008

Acta de nacimiento.

Hoy me toca venir a Cuernavaca, salgo a las 8 de la mañana y es la segunda vez que vengo en coche desde que me compre mi primer automovil y renuncie a la utopía personal de nunca depender de una maquina que destruye el mundo. Le di un aventón a Julio, un hombre que hacia autostop en el puente de El Caminero y que tenia una bolsa de mandado enorme y los razgos marcadamente indígenas para estar en el df.

Como toda conversación de aventón, nos dijimos los nombres casi hasta el final y el me trato de entretener bajo el entendido de que la conversación es la moneda con la que se debe pagar el equivalente a la gasolina y la caseta. Es una buena transacción. O por lo menos lo fue hoy.

Julio Cesar me contó que vive en San Marcos, Guerrero, allá por la Costa Chica, es pescador y llevaba una semana en el DF intentando hablar con el presidente Felipe Calderón, por lo que durmió afuera de los pinos, pero siempre le dijeron que estaba ocupado o de viaje, que regresara después. Su problema era muy simple y muy complejo: a los 16 años, siendo huérfano de padre y madre, extravió su acta de nacimiento.

Lo extraño del caso es que el acta también se extravió en el Registro Civil y desde entonces Julio no existe. El dice que por el no hay problema, que no necesita para nada los papeles, pero el problema son sus hijos. Tiene seis. El mayor acaba de cumplir 15, y como quizo estudiar, mejor lo registraron los suegros, porque el problema es que si el padre no existe, entonces tampoco existen los hijos. Los otros cinco van a la escuela como oyentes, y Julio, tristisimo, me contó como la menor estaba muy ilusionada de graduarse del kinder, pero no pudo porque no la dejaron entrar el día de la ceremonia a la escuela.

Julio ha ido a ver al presidente municipal de Acapulco, al gobernador Zeferino Torreblanca y a miles de burócratas del registro civil, pero nadie puede ayudarle: el NO existe.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

holaaaa!!!somos unos amigos de isadora de león, españa, a los que ha olvidado un poquito...pero nosotros a ella no...en fin desde su blog llegamos al tuyo y nos hemos hecho fanáticos.

muy buena esta historia, que no leyenda pues esto es real.

gracias por tu forma de ver la vida.

saludos y muchos besos a isadora

ESTHER Y JAVI

Ana Jácome dijo...

Curioso...en este momento, un ser inexistente es lo más real...lo que Julio César no sabe es que para él, el presidente tampoco existe...
Buena historia amiga y por cierto, miedo mío no es (yo me emociono)...el miedoso es Jorge Ignacio...tan sensible él.

Violeta Vázquez-Rojas dijo...

no manches inche Larisa. Otra vez ya no sé si creerte o no. Creo que eso es lo mejor de tus historias. Uno nunca sabe dónde termina la realidad y dónde empieza tu pinche imaginacionsota a hacer creíble lo increíble. Y luego me pones a dudar de lo más lógico. Eres una chingona. Creo que ya lo había dicho.
PD. Además no te creo que tengas coche.

Larisa Escobedo dijo...

Queridos Esther y Javi, ya le pase sus mails a isa, la voy a reganhar para que ya les escriba, gracias por la flor.

Cess. Gracias por tu recordatorio: vivimos en una sociedad anarquista que utiliza la idea de "presidente" para que otros paises no se agandallen y nos invadan por anarcos, pero, en realidad, estamos mas alla del bien y del mal con Felipe-noexistencia y con el presidente de la imaginacion Lopez Obrador.

Violeta. Gracias por lo de chingona... pero NO invente NADA, si le di un rai a ese senhor y ademas, SI TENGO COCHE!!!

Un abrazo a todos!
Larisa

Anónimo dijo...

yo tampoco me creo que te hayas comprado un coche...
Viv

Anónimo dijo...

nel pastel tienes un look bastante andrajoson para un carro, tal vez una caribe si