El otro día conocí a alguien con una combinación de nombres como ese. No recuerdo la combinación exacta pero la idea es la misma. Tenia como 30 años. Y dijo que sus hermanos todos se llamaban algo por el estilo: Malintzin Ivanna, Stalin Ocelotl, Nikolai Tepezcuintle. Después de decir su nombre recito una justificación que seguramente recita cada vez que pronuncia su nombre, con un tono que oscilaba entre un discreto orgullo, una ligera vergüenza y muchisimo aburrimiento dijo: Lo que pasa es que mis padres eran comunistas y nacionalistas.
Lo mismo paso con los mios: LARISA ITZEL. Ruso y maya. Nuestros padres vivieron la guerra fría y tuvieron una visión utopista con sus hijos. Mi generación nació de la asimilación de Diego y Frida y su narrativa nacional que aunada a los libros de texto gratuitos y al PRI, construyeron la identidad de este país.
Pero inmediatamente después de nacer, comenzó el neoliberalismo. Los ochenta trajeron consigo un renovado capitalismo y al ideario político de los setenta le siguio un intenso deseo planetario de cogerse a madonna. Un día, cuando tenia como siete u ocho años vi a mi papa llorar -nunca supe si era emoción o tristeza o decepción o alegría- frente a la tele. Caía el muro. el famosisimo final de la utopía.
Así que en los noventa nadie volvió a llamarse Lenin ni Gorki ni Cuauhtemoc. Entro una moda de ponerle a las niñas nombres masculinos: Emilia, Renata, Valentina. Supongo que como un stablishment postfeminista.
No se cuales sean los motivos de los nombres que mis amigos escogen para sus hijos. Pero creo que la utopía no esta contemplada en ellos. El futuro para nosotros esta tan cerca y tiene una forma tan parecida al presente que casi es ridículo pensar en el.
Pero de todos modos me pregunto como se llamaran nuestros nietos.
4 comentarios:
Recuerdo a un Osiris Quetzalcoatl de Tepoz....a ese wey si que le fue mal, y por puro "misticismo".
Buenísimo: Mi amigo Lenin Bertrand Noh Cih, hijo de maestros rurales mayas, era hermano de Marx Engels Noh Cih y primo de Ludwig Friedrich quiénsabe qué.
Los nombres propios no son arbitrarios, son símbolos de la generación. Los hijos de padres comunistas o jipis comeflores o ambas cosas tenemos también nombres como "sol", "lluvia" y "ámbar". Los míos en particular amaban en los setentas la música de protesta, pero cuando mis hermanos nacieron, veinte años antes, la onda eran los nombres bíblicos, pero no católicos: Abel, Omar (para los que no hay santo, pues).
En el tiempo de mi abuelito, rifaban los griegos, tan poco valorados ahora: Demófilo, Pancracio, Teodoro. A mí esos me encantan, y si tengo hijos voy a volver a recuperar la tradición de fines del XIX.
está buenísimo esto...pero yo digo que no nos salgamos de la historia y les pongamos abril 1, abril 2, abril 3...y así no podremos definir los tiempos! lo sé, no sabría cuál es mi interés en hacer eso...probablemente nuestros nietos se llamen como personajes importantes de la ciencia ficción de los 50´s...yo lo haría así.
tengo un amigo que se llama Carl Lenin...sus papás evidentemente Marxistas! Lo pero es que escogío que le digan Lenin. No le gustó el Carl.
Voy a seguir viendo tu paracaidas con calma. Me gusta. Un beso.
¿ya nos conocemos o sólo de oídas por mi madre?
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